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lunes, 9 de marzo de 2009

HABLANDO DEL COMIENZO DE TODO

Obviamente no hay tal comienzo, así como tal, un comienzo determinado para este descalabro en la salud del humano de nuestros días. PERO… sí podemos hacer un seguimiento de lo sucedido desde que nuestra “CIVILIZACION” ha complicado las cosas.
Ya lo afirmaba el Dr. Alexis Carrel, premio Nobel de Medicina, 1912. Dice Carrel en su libro “La incógnita del Hombre”:
“Fascinado por la belleza de las ciencias de la materia inerte, el Hombre, no ha comprendido que su cuerpo y su conciencia siguen leyes más ignotas, pero también inexorables del mundo sideral y que no puede infringirlas sin peligro".
Nunca como ahora ha sido tarea obligada ese CONOCERSE A SI MISMO, que él propugnaba. Abocándonos nada más al tema físico y no al psíquico, ya tenemos tarea para un buen rato.
Decía en anteriores escritos que, la Medicina, necesariamente debe hacer un alto en ese camino que lleva como la MEDICINA DE LOS ANTI-S: antifebril, analgésicos o Anti-dolor, antibióticos, anti-alérgicos y un largo etcétera de ANTI-S.
No se trata de eliminar síntomas, de lo que verdaderamente se trata es de
RESTITUIR EL EQUILIBRIO DE UN CUERPO PARA QUE REGRESE A SU ESTADO SALUDABLE POR SUS PROPIOS MEDIOS.
Para esto, indudablemente, antes hay que conocer muy bien lo que significa estar sano.
Resumiéndolo de manera simplista podemos responder:
Un cuerpo sano es aquel cuya respiración es óptima, al 100% o al menos, cercano a ese porcentaje.
El Hombre, en su carrera progresista, entusiasmado en los avances de la Civilización, ¡ha olvidado al actor principal de ella, A SI MISMO, AL HOMBRE Y SU VEHÍCULO PARA VIVIR: SU CUERPO!
No lo conoce, ignora sus leyes naturales, sus principios, su mantenimiento, su desgaste, sus límites y cuidados forzosos, si quiere mantenerlo trabajando de forma óptima. La Medicina tradicional sigue adelante, como con anteojeras, buscando “culpables” para las enfermedades, sin percatarse que la causa verdadera ¡LA TIENE FRENTE A SU PROPIA NARIZ!
El cuerpo como un amigo mal comprendido, traicionado, es desoído reiteradamente y AGREDIDO en vez, de ayudado. El desconocimiento es tal, que el sufrimiento por este descalabro no se hace esperar. Tenemos así diariamente, dramas que podrían ser superados con facilidad y sencillez, sin medicación alguna, sólo con ESE CONOCIMIENTO DE DAR AL CUERPO LO CORRECTO, LO ADECUADO, TAL COMO:
Acostumbro decir a los pacientes:
“Usted no colocaría en su coche café con leche o una bebida gaseosa en vez de la gasolina que requiere, con el pretexto de cambiarle un poquito la rutina ¿cierto?, sabe positivamente que su coche se dañaría con ese cambio y lógicamente no se ATREVE a hacerlo ¿verdad?
Pero… a su vehículo más preciado y privado: SU CUERPO
¡Usted le da lo que se le ocurre, porque sabe bien al paladar, o porque al mismo tiempo y de forma irresponsable, cree o quiere creer lo que el comerciante pone en la etiqueta ¿Qué LE PARECE?
No se pregunta:
¿Será que este desayuno cubre las necesidades biológicas para la renovación de los tejidos de mi cuerpo? ¿Con un bollo dulce, tengo suficientes nutrientes para renovar mis huesos, dientes, músculos y todo?
¿No estaré interfiriendo con la limpieza de mi cuerpo cuando me pide AGUA y en vez de ello, le doy una bebida AZUCARADA, COLOREADA, CON GAS Y OTROS QUÍMICOS MÁS?
¿No conozco acaso, que mi cuerpo para sus muchas funciones amerita agua pura, ya que se compone de un alto porcentaje de agua para ejercer sus labores de limpieza y nutrición?
¿DEBO DARLE ESE DOBLE O TRIPLE TRABAJO a mi cuerpo, Y QUE TENGA QUE VERSE EN LA OBLIGACION DE FILTRAR ESA BEBIDA, DESHECHAR EL COLORANTE, LA AZÚCAR, LOS QUÍMICOS PARA FINALMENTE CONSEGUIR EL POQUITO DE AGUA QUE RESTE DEL FILTRADO Y DARLE MUCHO MENOS AGUA DE LA QUE ME HA PEDIDO?

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